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Ficha Técnica

La testigo
Autor: Nora Roberts
Editorial: Debolsillo
Fecha de publicación: 2012
Nº de páginas: 508
Sinopsis:
Nora Roberts se pone en la piel de una peligrosa fugitiva con corazón de hierro.
Hace doce años que Liz responde al nombre de Abigail Lowery. Vive sola, acompañada de su perro guardián en una casa a las afueras de un pueblo en Arkansas, permanentemente en alerta. Si la encuentran, esta vez estará preparada.
En una pequeña población donde todos sus habitantes se conocen, las personas reservadas y celosas de su intimidad suelen levantar muchas sospechas, sobre todo si van armadas incluso cuando hacen la compra.
Esta actitud de Abigail despertará la desconfianza del apuesto jefe de policía de la zona, que pronto quedará fascinado por su carácter indómito y por la vulnerabilidad que cree entrever en sus ojos.
Cuando la presencia del atractivo agente comienza a ser difícil de eludir, Abigail debe tomar una decisión: huir de allí o enfrentarse de una vez a los Volkov, la familia rusa que años atrás puso precio a su cabeza.

«El amor siempre encuentra el camino»
Sunny
Hace mucho tiempo que leo a Nora Roberts y, para mí, es simplemente magnífica. Romance, suspense, intriga y cierta dosis de magia se entremezclan en sus obras siempre unido a un cuidado desarrollo de personajes y argumentos. La testigo, aunque puede parecer en un primer momento una de esas obras donde el suspense va a ser el protagonista, en realidad el verdadero protagonista no es otro que el amor, y no sólo el amor que se profesan los dos personajes entre ellos, sino también el amor que Abigail va poco a poco descubriendo en sí misma según se va desarrollando su personaje.
Y del mismo modo que el amor es la temática protagonista, Abigail es personaje protagonista incuestionable de esta novela. Su desarrollo, su crecimiento y su experiencia es el eje central de la obra. Roberts traza aquí un tipo de personaje que me encanta; es fuerte e independiente, pero también vulnerable e inocente y es por ello que resulta muy difícil no caer prendado de ella, pues despierta admiración a la vez que ternura.
A lo largo de la obra vivimos la transformación de este personaje desde una anulada Elisabeth que vive bajo la estrecha dominación de su madre; hasta una madura y definida Abigail, capaz no sólo de aceptar y reconocer sus virtudes sino también sus defectos y contradicciones. Eso sin olvidarnos de Liz, la más rebelde e imprudente —aunque en realidad el personaje jamás es realmente rebelde—, y sin duda, la que peor suerte tiene.
Algo maravilloso de los personajes que crea Nora Roberts es que son capaces incluso de mostrarnos sus contradicciones y yo soy de la idea de que las contradicciones definen por completo a las personas. El personaje de Abigail es un personaje tremendamente lógico y racional, en gran parte debido a su inteligencia, pero a la vez es muy sensible. Toda la obra muestra ese sentimiento contradictorio que ella siente, su parte racional y madura sabe que no es responsable de lo que sucedió, pero ello no la libra en ningún momento de sentirse culpable.
Pero, si es difícil no sentirse atrapado por Abigail, es aún más difícil no enamorarse de Brooks. Al principio, tiene esa curiosa capacidad de ser irritante y encantador al mismo tiempo, pero no es difícil reconocer en él cierto arquetipo de personaje masculino bastante común en Roberts: ese hombre bueno —a veces demasiado—, pero con cierto aire manipulador —no en un sentido malo ni mezquino— que acaba consiguiendo todo lo que se propone —normalmente entrar en la vida de la chica para convertirse en su apoyo fundamental pero no en su salvador. Y es precisamente porque no se convierte en su salvador que la relación no cae en el paternalismo, sino que son muestras de verdadero compañerismo, lo cual se agradece mucho. Eso no libra de que el personaje sienta en algún momento esa contradicción de sentir al mismo tiempo admiración por la capacidad de fuerza e independencia de su personaje pero cierta frustración por no poder ser el salvador. Frustración que la relación le exige superar.
La relación que traza, a pesar de la situación de amenaza que encuadra la historia, es una relación dulce y sencilla, de pequeños detalles dentro de la cotidianidad. Pero no por ello está falta de profundidad y pasión. Para ambos personajes es algo que les atrapa sin esperarlo, pero su capacidad de comprenderse el uno al otro es algo innegable que pronto les hace darse cuenta de la forma en que se complementan. Para mí es realmente especial la forma en la que Nora retrata el amor, un amor de compañerismo y mutuo enriquecimiento, de pequeños detalles y momentos sencillos que se hacen completamente mágicos.
«Nadie me ha comprendido jamás como tú lo haces. No creo en el destino ni en las cosas que están predestinadas. Pero creo en ti.»
Abigail
La habilidad de Roberts para trazar sus personajes no se limita a los personajes principales. El personaje de Sunny, sin ir más lejos, resulta fascinante e intrépido y se ve trazado en detalle a través de sus apariciones e historia. Pero incluso aquello personajes que apenas aparecen son capaces de retratarse ampliamente en una única escena. Sergei es quizás el mejor ejemplo. En una simple escena en un jardín con una conversación con su hijo podemos descubrir a un hombre que parece casi normal, mundano cuidando sus plantas con cariño, mientras habla de matar a sangre fría a una posible amenaza. En él se mezcla así lo humano y lo inhumano con una maestría singular.
Los Blake no llegan ni por asomo a esa profundidad como personajes, su soberbia les hace vulgares y torpes. Y así, Roberts traza un paralelismo entre los dos grupos antagonistas, pero traza dos enemigos distintos dentro de su similitud.
Para mí es sin duda una novela llena de matices, de subtramas que permiten conocer a los personajes en profundidad, pero es también una novela amena, donde las escenas vuelan junto a las páginas y te acaban de atrapar. Una novela con una heroína fuerte, no falta de sus vulnerabilidades; una historia de amor real y ciertos toques de acción.

Valoración:

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