Ficha Técnica

Sinopsis:

¿Y si para seguir adelante tuvieras que retroceder al punto donde todo comenzó?

Para Hunter, la música es mucho más que un conjunto de notas dando forma a una melodía. Las canciones que compone son un refugio. Acordes que hablan de sueños y miedos. De ganas y carencias. Compases que iluminan las sombras del frío y solitario mundo en el que ha crecido. Musas que han transformado su pasado en un presente brillante. Sin embargo, esa inspiración enmudece cuando encuentra una carta manuscrita en su buzón, que lo obliga a cuestionarse todo lo que sabe sobre sí mismo.

La vida de Willow se ha convertido en una caja de momentos desordenados y sueños frustrados. Siente que ha perdido su lugar en el mundo y ya no recuerda a esa persona que siempre quiso ser.

Mientras la nieve cae silenciosa, Hunter y Willow descubrirán que el destino no siempre tiene la última palabra y que los momentos, buenos o malos, nos van convirtiendo en todo lo que somos. Que a veces basta con escuchar al corazón para encontrarse a uno mismo. Y que hay amores de invierno, capaces de sobrevivir al deshielo y convertirse en canciones eternas.

«La inspiración es la mirada, la sonrisa de la persona apropiada, en el momento más inesperado».

Hunter

No es la primera vez, y estoy segura que no será la última, que digo que María Martínez tiene una manera especial de transmitir con las palabras, de plasmar emociones con delicadeza y conmovernos con ternura.

Sus historias, cubiertas de romanticismo, encierran en sí momentos y pensamientos muy dolorosos, de esos que te remueven algo por dentro, quizá por eso nos rompen y sanan a la vez de alguna manera. En esta ocasión no ha sido distinto, la historia de Hunter resulta francamente descorazonadora, te rompe el corazón, y es en parte porque sabes que son cosas que no tienen arreglo en sí, que nunca desaparecerán y que solo queda la posibilidad de aprender a lidiar con ellas y aceptarlas.

Los protagonistas de esta historia, Hunter y Willow, te conquistan con su bondad, en cierto aspecto son muy parecidos, porque ambos parecen tener una enorme capacidad de amar, están repletos de ternura y generosidad, a pesar de las aristas que el miedo o la inseguridad les haga mostrar. Por eso, cuando se juntan, cuando se permiten ser ellos, la historia se torna tan tierna y dulce, a la vez que los vemos crecer a través de las páginas, romper con ciertas tendencias y avanzar.

Hay, al mismo tiempo, muchos personajes secundarios que te enamoran con detalles, que te dejan prendados, sobre todo Erin con su desgarradora historia.

Sin embargo, debo decir que en algunos momentos la narración me ha dejado un cierto sabor amargo, no por su crudeza sino porque no llegaba a comprender algunos de los vaivenes emocionales de los protagonistas y sentía que había detalles y momentos de gran trascendencia que se eludían o trataban con demasiada superficialidad. Si bien es cierto que el libro hubiera sido más largo, me he quedado con esa sensación de que me faltan instantes.

En definitiva, una lectura conmovedora, de las que te rompen y sanan el corazón, con unos protagonistas tan repletos de bondad que te enamoran sin esfuerzo.

Valoración: