Ficha Técnica

Sinopsis:

The Crown retrata la vida de la reina Isabel II desde su boda en 1947 con Felipe, duque de Edimburgo, hasta principios del siglo XXI. Un drama histórico que recorre la vida de la reina más longeva de Inglaterra mostrando muchos de los momentos clave que han compuesto la historia de Inglaterra.

«La historia no fue hecha por aquellos que no hicieron nada.»

Claire Foy como Isabel II

The Crown ha llegado a su fin. Y aunque tenía dudas sobre su cierre incluso a inicios del último capítulo, he de admitir que me ha parecido un final muy digno, muy sobrio y lleno de simbolismo.

Esta serie partía de una base que era en gran medida su gran aliciente y también su gran maldición: una historia conocida, una historia ya contada muchas veces. Pero, aun así, ha sabido mantener la tensión, crear una conexión con el público y dar una nueva visión. Basada en hechos reales, pero siempre una ficción, creo que ahí está su magia en parte, en la pregunta constante de qué es real y que no. Dudar de todo ha sido un poco mi respuesta.

Estoy convencida de que esta ha sido una de las mejores series que ha hecho Netflix, por su construcción, por su desarrollo, por como ha sabido crear la tensión, contar mil historias en una y dotarlo todo de matices. Hay escenas de una fuerza impresionante, que sin palabras te dan mil significados, te hacen pensar en mil cosas, sentir mil sensaciones. En mi cabeza perdura ese paisaje que Churchill era incapaz de dejar de replicar, que por alguna razón la imagen de Felipe viendo a su hijo y nieto abrazarse ha traído a mi memoria.

Ha demostrado también que, una idea que despertaba reticencias en su inicio, la de cambiar de actores cada dos temporadas, puede ser una genialidad, capaz de aportar aún más fuerza a sus personajes. The Crown ha hecho de unas personalidades asépticas por su posición, personajes repletos de matices, heridas y sueños que se hacen reales con naturalidad. Y esta ha sido una de las cosas que más me ha fascinado de la serie, su capacidad para llenar de sombras y luces a sus protagonistas, de hacernos odiarlos y entenderlos, envidiarlos y compadecerlos.

Es una serie que se revela con intensidad a cada capítulo que, dentro de la historia principal, se abre y se cierra con una pequeña historia dentro de sí. Cada uno de ellos nos cuenta algo, nos revela algo y aunque se cierre con maestría, aún nos deja con ganas de más. Sucede así mismo con la serie, de la que todos intuíamos su final y quizá por eso no ha sido necesario mostrar el verdadero fin de su reinado. Nos han dejado pinceladas, despedidas y conversaciones a destiempo, nudos sin desenlace por desentrañar…

Valoración: