Cuando decidí intentar hacer este reto, que ante todo era un reto personal, no estaba para nada segura de si lo lograría o no. Era algo que tenía ahí varios años, como una idea que siempre quería hacer, pero para la que no encontraba el momento correcto o no sentía que tuviera las condiciones adecuadas. Hasta este año.
Este año, en el que trabajo por mi cuenta con mis propios horarios y tiempos, y sin un gran evento especial que me ocupara el mes (mi boda fue una razón para no hacerlo un año) era sin duda mi oportunidad y he decidido aprovecharla.
El NaNoWriMo es un reto que requiere no solo mucha ilusión y perseverancia, sino también tiempo. Mucho tiempo. Para que os hagáis una idea, yo le he dedicado alrededor de cinco horas al día, algo que en otros momentos de mi vida hubiera sido impensable e imposible, porque muchas veces, por circunstancias de la vida, no tenemos ese tiempo. Por supuesto, cada uno tiene su ritmo al escribir y quizá también hay que plantearse la opción de plantearse un objetivo menor. Sea como sea, si en algún momento te lo planteas —porque te gusta escribir, quieres ponerte a prueba o intentar avanzar en un proyecto—, te lo recomiendo enormemente pues es una experiencia súper enriquecedora.
Se trata de un reto que te obliga un poco a escribir, y a escribir de manera constante y a buen ritmo, y si esto es algo que tú no sueles hacer o se trata de una abordaje distinto al que tú sueles tener, como es mi caso, te ayuda de descubrir muchas cosas de ti como escritor. Y eso es precisamente lo que quiero compartir con vosotros aquí, todo lo que he aprendido de hacer el NaNoWriMo.
Todo lo que he aprendido de hacer el NaNoWriMo
Lo primero, quizás lo más obvio ahora, pero de lo que más dudaba al principio, es que soy capaz de hacerlo. Saber que puedo escribir 50.000 palabras en un mes, de una manera metódica, manteniendo un ritmo estable y avanzando en la historia a gran ritmo ha sido algo importante para mí, porque por lo general siempre me he considerado muy lenta y ahora creo que esto se debe en gran medida a que, por un lado, suelo priorizar otras cosas como el trabajo u otro tipo de obligaciones y que, por otro lado, soy muy de rachas, tengo momentos en los que solo quiero leer, momentos en los que solo quiero escribir. Os prometo que al principio pensaba que no podría hacerlo, incluso lo escribí por aquí, así que si vosotros estáis un poco en las mismas lo único que os puedo decir es que lo intentéis, quizá os sorprendáis.
Que a veces dejar fluir la historia incluso aunque sabes que luego vas a eliminar esa escena porque no quieres que vaya por ahí la cosa, te ayuda a tener nuevas ideas, a ver cosas de tus personajes que no esperabas, y eso, de alguna manera, mejora la historia. He descubierto que los momentos más frustrantes pueden ser los más fructíferos si te esfuerzas por desentrañarlos. Recuerdo una noche en particular en la que sentía que la historia no fluía, que estaba siendo un desastre, pero continué porque me faltaban pocas palabras para cumplir el día y estaba agotada. Al día siguiente, al leerlo, no solo me pareció mejor, es que fue así que creo que le di uno de los mejores matices a algunos personajes.
Que no hay que borrar nada, aunque esto es algo que yo siempre he hecho. Si una escena no te convence la cortas y la llevas a borradores, ya sea en otro documento o al final del propio documento, como más cómodo te sea, pero no la borras, porque no sabes cuando vas a querer reutilizar algo de ahí, aunque solo sea una frase de las cuatro páginas que quitaste.
Ahora bien, me he dado cuenta de que a veces hay que dar pasos atrás para poder avanzar. Ha habido momentos en los que me he dado cuenta de que había llegado a un punto muerto por una decisión pasada a la hora de avanzar la historia y aunque ha resultado duro, volver atrás y quitar párrafos o incluso paginas enteras me ha ayudado a avanzar mejor.
Que muchas veces necesito leer todo desde el principio para saber por dónde seguir. Quizás esto ha sido lo más difícil para mí, tener que avanzar en la escritura sin tener tiempo, o al menos no mucho, para volver atrás y releer todo. Soy de esas personas que, aunque luego obviamente hago otras correcciones a fondo, necesito ir corrigiendo, volviendo atrás para engancharme. Muchas veces necesito releerme toda la historia para seguir avanzando. Sin embargo, dedicar un día entero a leer lo escrito y no escribir suponía no cumplir el reto, así que me he tenido que limitar a hacer lecturas superficiales y eso ha sido muy difícil para mí, porque a veces sentía que perdía el control de lo que pasaba en la historia.
Por último, y en gran medida esencial, que tener un grupo de apoyo o alguna forma de apoyo es muy importante. Para mí la escritura siempre ha sido algo muy privado, sé que hay gente que escribe en grupos, que se van leyendo, dando consejos, ayudando con las tramas, o que simplemente quedan y escriben juntos en silencio, yo jamás he hecho esas cosas. En general, estudiando o escribiendo, siempre me he manejado muy bien sola, autogestionándome, y aun así admito que en esta ocasión contar con mi marido al lado animándome, e incluso riñéndome a veces diciéndome que claro que lo podía hacer o que aún me quedaba tiempo en el día para lograr mi objetivo, sin importar que él no escriba ni nada por el estilo, ha sido fundamental para mí. Además de que, obviamente, se ha hecho cargo de algunas cosas para que yo pudiera hacerlo. Por eso, contar con un cierto apoyo para hacer este reto es muy importante, si vosotros necesitáis gente con la que escribir podéis buscar grupos por redes sociales o en la propia página del NaNoWriMo, hay un montón, y también podéis buscar la complicidad de la gente que os rodea, decirles que es importante para vosotros para que os apoyen y os ayuden de la manera que puedan.
Para terminar, no quiero dejar de decir que, aunque es un reto que sin duda recomiendo, tengo muy claro también que no es un ritmo que yo podría llevar de manera constante y natural. Me ha gustado poder hacerlo este mes y me planteo volver a intentarlo en otras ocasiones, si las circunstancias acompañan, pero lo cierto es quem como algo constante, me parece demasiado exigente para mí y al final creo que lo importante con algo como la escritura es disfrutar del proceso. Por eso, os quiero recomendar que aprovechéis también este reto para encontrar vuestro propio ritmo, el que os permita avanzar sin frustraros ni agobiaros.
Dicho todo esto, ¡a escribir!
Aunque utilicéis este reto para conoceros mejor como escritores o avanzar más rápido en una historia, no perdáis nunca de vista lo más importante: disfrutar del proceso, vivir la experiencia de crear vuestra historia como algo que, sin importar como acabe, ya os haya dado mucho.



Deja un comentario