Ficha Técnica

Sinopsis:

Una RomCom en la que los caminos de dos rivales del ajedrez se cruzan en una competición donde acabarán jugándose el corazón.

Para Mallory Greenleaf, el ajedrez ha pasado a mejor vida. Ahora sopesa con cuidado cada decisión que toma: después de que dicho deporte hiciese estragos en su familia hace cuatro años, Mallory se dedica en exclusiva a su madre, a sus hermanas y a un trabajo basura con el que paga las facturas. Al menos, hasta que accede de mala gana a participar en un último torneo benéfico y, sin pretenderlo, machaca al famoso Matarreyes, Nolan Sawyer: el campeón mundial y el tío más malote del ajedrez.

La derrota de Nolan frente a una donnadie de cam-peón-ato deja de piedra a todo el mundo. Pero lo más desconcertante es que el chico quiere enfrentarse de nuevo a ella. ¿Qué clase de gambito está poniendo Nolan en práctica? Lo más inteligente sería dar media vuelta y marcharse. Abandonar. Dar por finiquitada la partida. Sin embargo, la victoria le brinda la posibilidad de embolsarse unos cuantos premios en metálico, algo que buena falta le hace, y, pese a todo, no puede evitar sentirse atraída por el enigmático estratega…

A medida que escala puestos en la clasificación a toda velocidad, Mallory se las ve y se las desea para mantener a su familia al margen del juego que lo echó todo a perder. Y a medida que su amor por el deporte que ha intentado detestar con todas sus fuerzas se reaviva, no tarda en descubrir que las partidas no se llevan a cabo únicamente sobre el tablero, que estar en el punto de mira es más complicado de lo que imaginaba y que la competencia puede ser feroz (-mente atractiva. E inteligente… Y exasperante…).

«En una ocasión me dijo que a veces lo importante no es ganar o perder. Que, con algunas personas, lo que importa es jugar.»

Nolan

Ali Hazelwood tiene algo, algo en su manera de escribir, en su manera de contar la historia, de descubrirnos a sus personajes, que hace que quede completamente prendada por ella desde la primera página. Y una vez empiezo, ya no puedo parar.

Jaque mate al amor es un poco distinto a sus anteriores libros, quizás porque sus personajes son más jóvenes o porque no se desarrolla en el mundo científico en sí. Y esto se puede ver en ciertas cosas, en las actitudes de ciertos personajes y en el trato al ámbito del ajedrez en sí. Mallory es notablemente más inmadura que sus anteriores personajes femeninos, pero comparte con ellos esos miedos que no quiere enfrentar y sobre todo una cierta genialidad. Todos los personajes femeninos de Hazelwood se caracterizan por su inteligencia o agudeza, por destacar en su campo y, cada una a su manera, brillar con una luz que es difícil ignorar. Y nos quedamos prendados de ellas, del mismo modo que el protagonista masculino lo hace, porque no podemos dejar de admirarlas.

Nolan también encaja en los arquetípico masculinos de Hazelwood, el hombre guapo, alto y de pocas palabras, que parece ser borde o áspero y se desvela mucho más tierno y dulce. Un personaje que acaba por resultar encantador. Y, del mismo modo que Mallory es mucho más inmadura que los otros personajes femeninos, Nolan se dibuja mucho más inocente. Lo cierto es que me ha gustado ver ese contraste, entre la imagen que los medios habían construido entorno a él y cómo es él de verdad.

Por supuesto, este libro no estaría completo sin la correspondiente crítica feminista que caracteriza tanto a su autora, a la discriminación y constante avasalle que sufren las mujeres en todos los campos y como esto no solo les hace más difícil brillar, sino que en ocasiones casi las obliga a fracasar.

Jaque mate al amor está además colmado de personajes secundarios que me han encantado y enamorado, repletos de matices, de luces y sombras y que me han hecho reír y emocionarme, algunos odiarlos un poco, por supuesto. Quizá mi única pega a esta lectura es el final, que se me ha hecho corto y me hubiera gustado profundizar, siento muchas veces que la historia con ella acaba in medias res… Quizá por eso no puedo esperar para leer algo más.

Valoración: